Comencemos un juego de matices silenciados,
Evocando recuerdos perdidos en abismos sin fondo;
Que un suspiro único se allegue a tu aliento ceñido
A miles de susurros tristes e inhóspitos.
Una taza de porcelana antigua encontraría,
Y del jardín lunar unas cuantas hojas de té;
Correría mil kilómetros buscando una cuchara de plata,
Azúcar de hadas; esencia azul francés.
Que tu vida y tu sonrisa regresen a tus labios de zafiro,
Cuánta belleza contemplaría en tu faz de luz inmaculada;
Tan solo bebe sorbos de mi brebaje sagrado
A ver si así sana tu corazón de azucena encantada.
Terrón de azúcar, guinda de adorno sencillo;
Silencio en la cocina, pizcas pequeñas de fe;
Bajo una terraza de ensueño tan solo tuyo, tan solo mío,
Tomando un té de esencia azul francés.
Que un suspiro único se allegue a tu aliento ceñido
A miles de susurros tristes e inhóspitos.
Una taza de porcelana antigua encontraría,
Y del jardín lunar unas cuantas hojas de té;
Correría mil kilómetros buscando una cuchara de plata,
Azúcar de hadas; esencia azul francés.
Que tu vida y tu sonrisa regresen a tus labios de zafiro,
Cuánta belleza contemplaría en tu faz de luz inmaculada;
Tan solo bebe sorbos de mi brebaje sagrado
A ver si así sana tu corazón de azucena encantada.
Terrón de azúcar, guinda de adorno sencillo;
Silencio en la cocina, pizcas pequeñas de fe;
Bajo una terraza de ensueño tan solo tuyo, tan solo mío,
Tomando un té de esencia azul francés.