las yemas de mi nostalgia
castañetean el aire venidero
respiro perfume insolente
audaz me aventuro a tus sueños
desato nudos de tiempo
deshago horas perdidas
un instante sin fin de proclama
me lanza a la caricia atravesada
nado a las puertas de la nada
y está tu bahía rendida a un lado
sumerjo mi falta extravío mi agonía
te despierto con un susurro sin pausa
Naides
Valentín Romano.
Es un reflejo nítido de un amorío naciente.
1 comentario:
¿amorio impaciente o locura naciente?
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