martes, 3 de febrero de 2009

Cómplice


El silencio ulula como dormido
en la estampa sepia de su pupila.

La aurora estalla,
se precipita un murmullo;
su sonrisa como un retozo diáfano
se hermana con sus cabellos.

Es una niña de colores menguantes
que se estrella contra su lucidez.



De la mano con un eco distante,
se congela un segundo para el recuerdo.

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Para Natalia, mi hermana de mentirita y de poleras anaranjadas.
De una foto tuya nació un poema.

:)

3 comentarios:

Rogelio dijo...

las palabras y los gestos de gratitud sobran cuando nos enfrentamos a estas actitudes.

Incorporar espontaneidad al sentir maravilloso.


lindo el poema, describe muy bien.

Abrazos a ambas

Brunildo de las mariocas

Pinuberta dijo...

Brunildo tiene razón, mis palabras sobran.
Me alegraste la noshee Demi hermosa :3
Está muy bello, de verdad!
Ahaha, con las palabras rebuscadas, tu sabes que me encantan tus poemas.
El primero que me han regalado ;O;

"De la mano con un eco distante,
se congela un segundo para el recuerdo."

Sin palabras ;O;

Gracias! :*

Tu Fushiminga :)

Rogelio dijo...

Arreglé esa estupidez de moderar comentarios, creo que seleccioné la opción sin querer queriendo.


Un abraxo

Brunildo de las Mariocas